Manuel Maldonado (Manoly)
Pintor

Manuel Maldonado Barría, conocido mundialmente como Manoly, nació el 3 de octubre de 1927 en Puerto Montt y fue el segundo hijo de once hermanos. Sus estudios los realizó en el Colegio San Francisco Javier y en el Instituto Comercial.
En 1949 inició sus estudios de Dibujo Técnico y Publicitario. Entre 1953 y 58 trabaja en publicidad, escenografía, decoración de vitrinas y pintura al óleo. Sus cuadros marinistas de la época de sus inicios como discípulo del maestro Pacheco Altamirano
En 1953 ilustra la edición especial de El Llanquihue, dedicado al Centenario de Puerto Montt, además realiza los afiches y vitrinas.
Sus pinturas han recorrido distintos rincones del mundo, incluso en una ocasión expuso en el mismo Pentágono, oportunidad en que obsequió una pintura nada menos que a Neil Amstrong.
Además de ser reconocido por su trabajo artístico, Maldonado fue un gran impulsor y promotor de la cultura en la capital regional de Los Lagos, donde encabezó la reconstrucción de Angelmó, tras el terremoto de 1960. Otra importante gestión que se le atribuye y agradece hasta el día de hoy, fue el haber conseguido los recursos para la construcción del Teatro Diego Rivera
El 04 de febrero del año 2004 fue nombrado Hijo Ilustre de Puerto Montt, ciudad que fue retrato y motivación del pincel mágico de Manoly.
Maldonado se casó con Norka Olavarría y tuvo una hija, Norka.
Manuel Maldonado -según él mismo lo confesara-, como ocurrió a tantos pintores de ésta y otras latitudes, encontró su inspiración en las playas de Angelmó, donde pasaba las horas observando el ajetreo de la caleta, hasta que, a instancias de su suegra, que le regaló una caja de pinturas, comenzó a dedicarse a eso.
Luego de haber estudiado escenografía, publicidad, dibujo de arquitectura y de historietas, después de sus estudios en el colegio San Francisco Javier y de haber trabajado precisamente como decorador de vitrinas, dibujante publicitario y escenógrafo teatral.
Su primera exposición la hizo el 6 de octubre de 1953, en el hall de la Municipalidad, exposición en la que, según el artista, la gente fue sólo por curiosidad, y que, sin embargo, resultó todo un éxito. Un decenio después ya exponía en el Salón de Honor de la misma Municipalidad.
En esa muestra, de mayo de 1966, presentó, entre otras, sus obras «Alerce Viejo», «Marisqueras», «Velas en la Caleta», » Rincón de Angelmó, «Faena Diaria», «Pesca», «Pal Rancho», temática que seguiría cultivando a través de las décadas que desembocan hoy en su retrospectiva.
A la edad de 83 años falleció en su domicilio. El velatorio se efectuó en la Parroquia Angelmó.
El artista puertomontino fue el encargado de divulgar la ciudad, en especial la caleta de Angelmó, a las más diversas ciudades del país y del mundo, dejando ahora el legado cultural como recuerdo de su notable paso
Una de las obras preferidas de Manoly es la «Crucifixión» (en el que se ve a Jesús cuando está clavado en la cruz, pero a través de un ojo), cuyo mural está pintado en la parroquia San Pedro de Angelmó.
Como todas las obras de este artista, la «Crucifixión» tiene un sentido especial.


«Quise reflejar que en el ojo humano se imprime todo lo que uno ve y me imaginé que a un niño lo mandaron a comprar a la misma hora en que estaban martirizando a Jesús, entonces el niño pasó por un muro y mira por un hoyo la escena», expuso.
Otro de los cuadros más impactantes de Manoly es el de un maltratado caballo que no tiene título. En este el caballo posee unas bisagras en sus rodillas.
«Este caballo estaba en Angelmó y lo hicieron trabajar toda la vida. Cuando murió subió a cielo y tuvo que seguir trabajando, por eso le puse unas bisagras, para ayudarlo un poco», sentenció






